Cientos de miles de personas en Estados Unidos y en otras partes del mundo se movilizaron el jueves en protestas del Día del Trabajo que unieron a muchos en su ira por la agenda del presidente Donald Trump, desde los agresivos aranceles que azuzan los temores de inestabilidad económica mundial hasta las medidas enérgicas de su gobierno contra la inmigración.
En Estados Unidos, los organizadores plantearon que las protestas de este año son una resistencia contra lo que consideran un ataque generalizado del gobierno a las protecciones laborales, las iniciativas de promoción de la diversidad y los empleados federales. Los manifestantes llenaron las calles en muchas ciudades, desde Nueva York hasta Filadelfia y Los Ángeles, y realizaron una ruidosa manifestación frente a la Casa Blanca en Washington.
Enorme participación en EEUU, donde las protestas del Día del Trabajo se centran en Trump
En Chicago, miles de personas se reunieron en un parque del West Side antes de marchar por el centro hasta la orilla del lago. Algunas tocaron tambores y bailaron, mientras que otras coreaban: "¡No hay justicia, no hay paz!". En la multitud había trabajadores sindicales, defensores de los derechos de los inmigrantes, activistas propalestinos y estudiantes que pedían escuelas públicas mejor financiadas.
"Necesitamos levantarnos y luchar", declaró Latrina Barnes, una asistente certificada de enfermería de 48 años, y añadió que las preocupaciones de que los sistemas Medicaid y Medicare pudiesen verse afectados por el gobierno de Trump la inspiraron a protestar por primera vez en una manifestación del Día del Trabajo.
Algunos asistentes se valieron del humor: traían consigo un muñeco de Trump, un pollo bebé inflable con la imagen del mandatario y una piñata de Trump con forma de toro.
El senador Bernie Sanders habló frente al Ayuntamiento de Filadelfia durante una manifestación, tras la cual la multitud marchó por las calles. Docenas se sentaron en una intersección con carteles que decían: "Trabajadores por encima de los multimillonarios". La policía comenzó a detener a algunos de ellos, conduciéndolos a autobuses cercanos.
En el centro de Los Ángeles, miles de manifestantes marcharon, sosteniendo carteles que rezaban: "Los inmigrantes hacen grande a Estados Unidos", "La migración es hermosa" y "No es momento de guardar silencio". La reunión, en la que había bandas tocando y banderas ondeando, tenía un aire de celebración.
"Estamos llevando la lucha a los multimillonarios y políticos que intentan dividirnos con miedo y mentiras", declaró April Verrett, presidenta del Sindicato Internacional de Empleados de Servicios, que representa a 2 millones de trabajadores.
Varios oradores exigieron a los funcionarios electos que protejan los derechos de los trabajadores y los inmigrantes. Con el lema "Una lucha, una pelea - ¡Trabajadores uníos!", el evento fue organizado por la Coalición del Día del Trabajo de Los Ángeles, compuesta por sindicatos y grupos comunitarios.
En Atlanta, cientos de personas se reunieron en un parque del centro frente al Capitolio estatal. La multitud incluía a algunos trabajadores jubilados de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés). Esta agencia tiene su sede en Atlanta, y se prevé que pierda unos 2.400 empleados debido a los recortes ordenados por el gobierno de Trump.
"Realmente queremos defender a todos nuestros compañeros trabajadores que fueron despedidos o simplemente cesados sin una razón real", manifestó Deblina Datta, quien trabajó en labores globales de inmunización antes de retirarse en 2023. "Realmente queremos hacer ver que, sin los CDC, sucederán cosas malas".
En la ciudad de Nueva York, cientos de abogados y sus simpatizantes se reunieron cerca de los tribunales en el Bajo Manhattan para una manifestación del "Día Nacional del Estado de Derecho", con el fin de denunciar lo que algunos llamaron falta de respeto del gobierno de Trump hacia el sistema jurídico.
Horas más tarde, unos pocos miles de personas regresaron a la misma plaza pública para una marcha del Día del Trabajo con activistas laborales, miembros de sindicatos y otros que portaban banderas de la comunidad LGTBQ y carteles en los que se condenaba la represión de Trump contra los inmigrantes.
El arresto del estudiante de posgrado de la Universidad de Columbia y activista palestino Mahmud Khalil envió un mensaje "de que cualquiera que no esté de acuerdo con este presidente enfrentará consecuencias", le advirtió a la multitud Veronica Salama, la abogada de la Unión de Libertades Civiles de Nueva York que lo representa.
"Esto tiene que ver con todos nosotros frente a la represión en aumento", agregó Salama. "Reconocemos que nuestras luchas están interconectadas".
Manifestaciones europeas apuntan a políticas comerciales y al ascenso de la extrema derecha
Líderes sindicales franceses condenaron la "trumpización" de la política mundial, diciendo que las manifestaciones en todo el país estaban impulsadas por la ira sobre la influencia militar y comercial de Estados Unidos en Europa. El líder de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon acusó a Washington de empujar a Europa hacia el conflicto y la subordinación económica.
"Si los norteamericanos ya no quieren nuestros productos, simplemente podemos venderlos a otros", sostuvo.
En Alemania, líderes sindicales advirtieron que las jornadas laborales extendidas y el creciente sentimiento antiinmigrante estaban desmantelando las protecciones laborales. En Berna, Suiza, miles marcharon detrás de pancartas que denunciaban el fascismo y la guerra, parte de una reacción más amplia contra el ascenso global de la política de extrema derecha.
En España, miles de personas marcharon en Madrid, Barcelona y otras ciudades, con exigencias que iban desde una semana laboral más corta hasta respuestas por un histórico apagón que dejó sin electricidad a la península ibérica esta semana. También surgió el nombre de Trump.
Temores económicos azuzados por Trump salen a relucir en protestas de Asia
El presidente de Taiwán, Lai Ching-te, mencionó los nuevos aranceles de Estados Unidos mientras promovía un amplio paquete económico destinado a apuntalar los empleos y la industria. En Filipinas, el líder de la protesta, Mong Palatino, advirtió que "las guerras arancelarias y las políticas de Trump" amenazan a las industrias locales y los medios de subsistencia de las personas.
Unos 2.500 sindicalizados comenzaron su marcha en la oficina presidencial en Taipéi, advirtiendo que los aranceles de Trump podrían provocar pérdida de empleos.
"Por eso esperamos que el gobierno pueda proponer planes para proteger los derechos de los trabajadores", expresó el líder sindical Carlos Wang.
En Manila, miles de trabajadores filipinos marcharon cerca del palacio presidencial, cuyo acceso estaba bloqueado por barricadas policiales. Los participantes exigían aumentos salariales y mayor protección para los empleos y negocios locales.
En Yakarta, el presidente de Indonesia, Prabowo Subianto, se dirigió a una multitud que lo vitoreaba en el Parque del Monumento Nacional. "El gobierno que encabezo trabajará tan duro como sea posible para erradicar la pobreza en Indonesia", sostuvo Subianto.
En Turquía las protestas se enfocan en el arresto del alcalde de Estambul
En Turquía, el 1 de Mayo sirvió de plataforma no sólo para los derechos laborales sino también para exhortar a defender los valores democráticos.
Decenas de miles de personas se reunieron en la costa asiática de Estambul, en Kadikoy, para una marcha, donde algunos protestaron por el encarcelamiento del alcalde opositor Ekrem Imamoglu. El hecho de que haya sido encarcelado en marzo desató las mayores protestas registradas en el país en más de una década.
Las autoridades bloquearon el acceso al centro de Estambul y cerraron líneas de transporte público. La oficina del gobernador de Estambul informó que 384 personas habían sido detenidas.
___
Adamson reportó desde París y Kageyama desde Tokio. Contribuyeron a este despacho los periodistas de The Associated Press Suman Naishadham en Madrid, Nicolas Garriga y Masha Macpherson en París, Jamey Keaten en Ginebra, Joeal Calupitan en Manila; Andrew Wilks en Estambul; Niniek Karmini en Yakarta; Jaimie Ding en Los Ángeles, Sudhin Thanawala en Atlanta, Carolyn Thompson en Buffalo, Nueva York; Tassanee Vejpongsa en Filadelfia y Taijing Wu en Taipéi.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.