Durante tres décadas, funcionarios de Chula Vista y legisladores estatales han soñado con traer una universidad pública a la ciudad. Pero después de años de intentos fallidos, muchos veían la idea como poco más que un sueño imposible.
Ahora, sin embargo, las autoridades locales sienten que esa visión finalmente comienza a tomar forma.
Funcionarios de la ciudad ya sentaron las bases para un extenso campus en 380 acres de terreno municipal, ubicado entre las zonas suburbanas del este de Chula Vista y el embalse Lower Otay.
Pero esta no sería una universidad pública típica de cuatro años. En cambio, sería un campus “multiuniversitario” que albergaría programas académicos de otras universidades, colegios comunitarios e incluso preparatorias de toda la región San Diego–Tijuana.
Además, se enfocaría específicamente en ofrecer carreras orientadas a industrias clave del South Bay, como el sector salud y el comercio binacional.
Este no siempre fue el plan. Antes, las autoridades tenían la esperanza de atraer un campus de Cal State o de la UC, pero los obstáculos financieros y políticos siempre fueron demasiado grandes. Y para ser claros: un campus universitario físico en la segunda ciudad más grande del condado de San Diego sigue estando, como mínimo, a varios años de distancia.
Sin embargo, crece la sensación de que esta nueva visión es más realista que los planes anteriores.
“Se ha intentado hacer esto por más de 30 años, y no habíamos tenido el tipo de avances significativos que hemos visto en los últimos años”, dijo el asambleísta estatal David Álvarez (D-Chula Vista).
Una de las razones del optimismo es que, a principios de este año, el gobernador Gavin Newsom firmó un proyecto de ley redactado por Álvarez que establece un grupo de trabajo para explorar cómo financiar un campus físico.
Además, la infraestructura académica ya se está construyendo. SDSU, UCSD y CSU San Marcos han anunciado planes para empezar a ofrecer carreras en Chula Vista en industrias clave del South Bay, como enfermería, salud pública, negocios y ciberseguridad.
El objetivo general, dijo Álvarez, es darle a los estudiantes una mejor oportunidad de conseguir empleo rápidamente después de graduarse.
“Necesitamos ofrecer una educación que realmente le consiga un trabajo a la gente”, dijo. “Que no solo les dé una licenciatura, un certificado o un título, sino que los inserte en la fuerza laboral”.
Algunos de estos programas se impartirán en Southwestern College, mientras que otros tendrán lugar en el nuevo edificio de la Biblioteca Millenia de la ciudad. La meta final es trasladarlos todos al nuevo campus.
Un campus, tres universidades
Aunque la visión de los funcionarios del South Bay de crear un campus multiuniversitario sería la primera de su tipo en California, la idea se basa en modelos similares que ya existen en otras partes del país.
Un ejemplo destacado es el histórico campus Auraria, en Denver, que desde hace décadas alberga al colegio comunitario local y a dos universidades distintas: Metropolitan State University of Denver y la University of Colorado Denver.
Las autoridades de Auraria dicen que el modelo multiuniversitario facilita que los estudiantes se transfieran entre instituciones. La meta, señalan, es que los estudiantes puedan ingresar a Auraria a través del colegio comunitario, inscribirse en una universidad de cuatro años e incluso avanzar a una maestría o a un doctorado sin tener que buscar opciones en otro lugar.
Tener a las tres instituciones en un mismo sitio también les permite reducir costos al compartir recursos. Las tres escuelas utilizan una biblioteca central, un centro estudiantil y otros servicios, como el de alimentos y el apoyo de salud mental.
“Obtienes un campus mucho mejor del que tendrías si trabajaras por separado”, dijo Skip Spear, director administrativo de Auraria. “Muchos colegios comunitarios en Colorado consisten en uno o dos edificios. Aquí tienes acceso a 150 acres”.
Hay una diferencia importante entre el campus Auraria y el que se imagina en Chula Vista. En lugar de ser el hogar principal de estas instituciones, el campus de Chula Vista funcionaría más bien como una sede satélite para las otras universidades.
Eso podría presentar algunos desafíos logísticos en California, donde los sistemas de universidades públicas y los colegios comunitarios han trabajado históricamente de forma separada, explicó Álvarez.
Encontrar maneras de derribar esos “silos” será una de las prioridades del grupo de trabajo, que reunirá a representantes de los sistemas UC, CSU y colegios comunitarios del estado. Álvarez dijo que el grupo también buscará opciones para financiar la construcción y operación del nuevo campus.
Persisten obstáculos importantes
El esfuerzo por atraer una universidad a la segunda ciudad más grande del condado de San Diego ha enfrentado varios tropiezos a lo largo de los años.
En algún momento, Chula Vista estuvo en una lista corta junto con otras cuatro ciudades para ser la sede de una nueva universidad del sistema California State University. Pero en 2020, el sistema CSU dijo que no podía justificar el costo de un nuevo campus basándose en la demanda de inscripción existente.
Apenas el año pasado, funcionarios de la ciudad desecharon un plan para traer a Chula Vista el programa de televisión, cine y medios de San Diego State University, después de no llegar a un acuerdo sobre los términos. El Union-Tribune reportó que tanto la ciudad como la universidad reconocieron que el plan se hizo con prisas y se ejecutó de manera deficiente.
(KPBS es un departamento de SDSU, pero opera con independencia editorial).
Y, en muchos sentidos, estamos viviendo un momento frágil para las universidades públicas de California.
Los sistemas UC y CSU enfrentan una ola de amenazas públicas a su financiamiento por parte de la administración Trump, dirigidas a los programas de diversidad, equidad e inclusión (DEI), que buscan impulsar a personas de color, mujeres y comunidades LGBTQ+.
Y, en general, muchos estadounidenses sienten que los títulos universitarios son menos importantes hoy para obtener un empleo bien pagado que hace 20 años. En California, muchas universidades públicas han tenido dificultades para atraer estudiantes en los últimos años.
Pero Álvarez señala algunas noticias alentadoras: en San Diego, las universidades públicas están atrayendo más interés que nunca.
La matrícula ha aumentado de manera constante tanto en UCSD como en SDSU durante la última década. La inscripción en CSU San Marcos bajó durante la pandemia, pero ya se recuperó y ha seguido creciendo en los últimos años.
Álvarez y otros funcionarios sostienen que esta demanda coloca a la futura universidad de Chula Vista en una posición ideal para tener un éxito rotundo. Señala que SDSU recibió más de 95,000 solicitudes de primer ingreso el año pasado y aceptó solo a 6,900 aspirantes.
“Obviamente, la gran mayoría fueron rechazados, y muchos de ellos son estudiantes de nuestra propia comunidad”, dijo Álvarez. “Podemos abrir un campus y tendríamos una demanda enorme.”
Para muchos estudiantes del South Bay, la idea de cómo sería una universidad local todavía es algo difusa. Una tarde reciente en Southwestern College, la mayoría de los estudiantes le dijo a KPBS que nunca habían escuchado sobre este esfuerzo universitario.
Pero algunos ya están entusiasmados con la idea.
Jasmine Araujo, estudiante de primer año de biología en Southwestern, dijo que la posibilidad de tener un campus universitario más cerca de casa le parecía emocionante.
“Creo que está padre”, dijo. “Yo sé que mucha gente no maneja y tiene que usar el transporte público, y así sería mucho más fácil.”