El viernes se cumple el 55 aniversario del Moratorio Chicano en Los Ángeles. La protesta del 29 de agosto de 1970 comenzó de manera pacífica, pero terminó en violencia.
El sandieguino Gaspar Luna Oliveira recuerda aquel día con claridad; él estuvo ahí.
“Se suponía que sería un día de solidaridad con las familias, un encuentro con oradores y entretenimiento. Pero se convirtió en una pesadilla”, dijo Oliveira. “No fue un disturbio del pueblo, fue un disturbio de la policía.”
Ese día, entre 20,000 y 30,000 chicanos protestaron en East L.A. contra la tasa desproporcionada de muertes de mexicoamericanos en la Guerra de Vietnam.
En ese entonces, Oliveira era presidente del capítulo de M.E.Ch.A. en la Universidad Estatal de San Diego. El grupo, cuyo nombre es acrónimo de Movimiento Estudiantil Chicano de Aztlán, se enfocaba en el orgullo y la unidad chicana.
“Organizamos una coalición, si quieres llamarlo así, de M.E.Ch.A.s en el condado de San Diego. Probablemente más de mil de nosotros fuimos a Los Ángeles”, recordó.
A pesar de provenir de lo que describe como una familia latina tradicional con fuerte historial militar, toda su familia asistió a la protesta.
“Formamos una cadena humana para evitar que los policías golpearan a nuestras familias. Fue intenso”, contó con emoción. “Cascos antidisturbios, macanas... me golpearon en la cabeza. Caí. Mis amigos me sacaron.”De acuerdo con la Biblioteca del Congreso, ese día cientos de personas fueron arrestadas y tres murieron.
De acuerdo con la Biblioteca del Congreso, ese día cientos de personas fueron arrestadas y tres murieron.
La residente de Chula Vista, Sonia López, también estuvo allí. Para ella, el Moratorio Chicano fue un momento crucial en la historia de los derechos civiles latinos en Estados Unidos.
“No esperábamos que nos lanzaran gas lacrimógeno o que tuviéramos que correr por nuestras vidas”, dijo. “Corrimos a las casas y tocábamos las puertas porque la policía venía sobre nosotros, helicópteros y todo. Y la gente abría sus puertas para protegernos.”
López y Oliveira coinciden en que los problemas que provocaron el moratorio siguen siendo relevantes hoy en día.
“Tenemos derecho a alzar la voz”, afirmó Oliveira. “Ahora, cuando veo a los agentes de ICE con sus máscaras, chalecos y armas por todo el condado, es una intimidación. Están infundiendo miedo en los estadounidenses y la democracia está en peligro.”
Para conmemorar el moratorio, el Museo y Centro Cultural Chicano Park de San Diego inaugurará este viernes la exposición “Fragmentos del Barrio”.
La muestra fue creada por el artista angelino Ramsés Noriega, cofundador del Moratorio Chicano.
“No fue solo un movimiento contra la guerra. Fue contra la brutalidad policiaca, contra la explotación y persecución de migrantes, contra la discriminación en la vivienda”, explicó.Noriega agregó que el movimiento inspiró a la siguiente generación de chicanos.
“Lo que pasó fue que, de repente, los chicanitos, los niños, querían ir a la universidad”, dijo.
Noriega creó la exposición para educar a la comunidad y ofrecer a los chicanos orgullo y esperanza.
“Fragmentos del Barrio” estará en exhibición en el museo hasta finales de febrero.