Las clínicas de Planned Parenthood en California se están preparando para un aumento en el número de pacientes que cruzan la frontera estatal para abortar, luego de que la Corte Suprema de Arizona confirmó una prohibición casi total del procedimiento.
El martes, el tribunal prohibió efectivamente el aborto al restablecer una ley de 1864 que prohíbe el procedimiento excepto para salvar la vida de la madre, sin exenciones por violación o incesto.
“A todos nos entristeció la decisión, y uno de mis colegas en otra clínica dijo: ‘Vaya, nos van a dar un portazo’”, dijo Mia Neustein, enfermera especializada en las clínicas de Planned Parenthood en el Valle de Coachella.
Los proveedores de atención médica dijeron que la decisión de Arizona complica el caótico entorno nacional de salud de las mujeres que ha prevalecido desde 2022, cuando la Corte Suprema de Estados Unidos anuló su fallo Roe v. Wade de 1973 que garantizaba el derecho al aborto.
Más tarde, en 2022, Arizona prohibió los abortos después de 15 semanas, lo que generó confusión entre pacientes y proveedores sobre lo que estaba permitido. La nueva decisión profundiza esa incertidumbre.
La prohibición entrará en vigor en dos semanas. Aunque el fallo exige penas de prisión para los proveedores de servicios de aborto, la fiscal general de Arizona, Kris Mayes, dijo en un comunicado que su oficina no procesará a ninguna mujer ni a ningún médico por abortos.
“Al anular efectivamente una ley aprobada este siglo y reemplazarla con una de hace 160 años, el tribunal ha puesto en riesgo la salud y la vida de los arizonenses”, dijo.
Confusión sobre la prohibición del aborto
Planned Parenthood de los condados de Orange y San Bernardino experimentó un ligero aumento, 13 pacientes más con abortos por mes, de Arizona en sus nueve clínicas en 2022, dijo Nichole Ramírez, portavoz de la organización regional. Eso representó casi un tercio de las visitas fuera del estado, dijo, solo superado por Texas.
“Había mucha confusión sobre qué ley estaba realmente vigente” en Arizona, dijo. “Tenían una maraña de leyes contradictorias”.
Las clínicas se prepararon para una afluencia abriendo más espacios para citas y capacitando a los proveedores.
Con el tiempo, el número de pacientes de Arizona se redujo a aproximadamente cinco por mes, pero los funcionarios suponen que podría volver a aumentar a aproximadamente 13 bajo la prohibición más estricta, dijo Hicks. En general, las pacientes de otros estados representan alrededor del 2% del total de los servicios de aborto en las clínicas, dijo.
“Es una cantidad pequeña, pero es una cantidad increíblemente importante, porque estamos muy orgullosos de poder ayudar a estas mujeres necesitadas”, dijo Ramírez.
El gobernador Gavin Newsom y otros líderes políticos han designado a California como un santuario para el derecho al aborto e invirtieron más de 200 millones de dólares para esos servicios, dijo Brandon Richards, portavoz de Newsom. Eso incluye $20 millones para cubrir costos como viajes, comidas, hoteles y cuidado de niños para personas que buscan abortos en California. Un fondo separado cubre los costos médicos del procedimiento.
Mayor presión
Los líderes de California también están coordinando con la gobernadora de Arizona, Katie Hobbs, “para garantizar que los arizonenses sepan que California los respalda y que tienen recursos disponibles en caso de que busquen atención en nuestro estado”, dijo.
A pesar del aumento de la financiación, algunas clínicas de California están haciendo frente a una mayor demanda de abortos, junto con otras tensiones laborales y escasez de personal. Esperan que la decisión de Arizona aumente esas presiones.
En el Valle de Coachella, esas presiones llevaron a los trabajadores a sindicalizarse en las clínicas de Planned Parenthood en Rancho Mirage y Coachella el año pasado. Los funcionarios de su organización matriz, Planned Parenthood of the Pacific Southwest, no estuvieron disponibles para hacer comentarios, pero dijeron en un comunicado que alrededor del 10% de sus pacientes provienen de otros estados.
“Realmente creemos en la misión”, dijo Neustein, la enfermera especializada. “Realmente queremos que los pacientes puedan acceder a estos servicios, pero en este caso, están muy restringidos. Así que esto realmente nos toca la fibra sensible, pero ya estamos luchando por mantener una atención al paciente que sea sostenible, con tiempos de espera razonables y que no agote a los trabajadores”.
