El reconocido librero y amante del jazz, Miguel Márquez San Juan, falleció el miércoles, dejando atrás un legado de 16 años que le regaló a la comunidad de Tijuana de mucho más que libros usados, café y jazz.
Publicado originalmente en 2024, el siguiente texto retoma una conversación con Márquez sobre música, literatura y un sueño sencillo.
Más que una librería en Tijuana
Miguel Márquez San Juan camina por la Avenida Calle Niños Héroes, a solo dos cuadras de la Avenida Revolución. Don Miguel llegó a Tijuana en 1984.
Mientras avanza por un callejón estrecho, entre una papelería y un consultorio de optometría, el ruido de Tijuana se desvanece y es reemplazado por los sonidos del jazz.
Sacando sus llaves, abre la puerta de su negocio soñado, una librería llamada Libros, Café y Jazz, mientras una pequeña campanita en su llavero tintinea en el silencio.
Adentro, Márquez se sienta en una de las cuatro habitaciones de la librería, escuchando “Kind of Blue” de Miles Davis y leyendo la icónica novela mexicana “Pedro Páramo.” La adaptación cinematográfica de la novela, protagonizada por Manuel García-Rulfo (“The Lincoln Lawyer”), tiene previsto estrenarse en Netflix el 6 de noviembre.
“Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo y yo le prometí que vendría a verlo como es en cuanto ella muriera”, dijo Márquez recitando un pasaje del libro.
Márquez atiende la tienda junto con sus hijas. Recientemente celebraron el 15.º aniversario del negocio.
Con libros apilados del piso al techo, la pequeña tienda busca acercar la literatura y la música a los tijuanenses a precios accesibles. Desde discos de Manu Chao de segunda mano hasta “Cuentos de buenas noches para niñas rebeldes,” incluso tienen una máquina expendedora de poesía.
Márquez identificó una necesidad en Tijuana desde 2009.
“Estaban las librerías grandes, las clásicas de aquí, pero el libro económico no había ,” dijo Márquez.
Aunque Tijuana tiene algunas opciones para tomar libros prestados, pocas ofrecen la posibilidad de llevarse los libros a casa. Por ejemplo, el Centro Cultural Tijuana (CECUT) tiene una biblioteca pública donde los visitantes pueden sentarse a leer los libros disponibles, pero no sacarlos a préstamo. Daniel Togliatti, coordinador de prensa del CECUT, comentó que la biblioteca atiende no solo a lectores, sino también a escritores.
“Parte de la misión del Centro Cultural Tijuana es compartir este espacio con escritores de la región”, dijo Togliatti.
Pero, añadió, el objetivo principal del CECUT es acercar la alegría de la lectura a Tijuana.
“Las personas sienten inspiración y sienten la posibilidad de acceder a nuevos y distintos mundos en esta comunicación entre el escritor y el lector”, dijo Togliatti.
Asegura que el CECUT y Libros, Café y Jazz van por caminos similares, apoyando a la comunidad creativa de Tijuana de maneras únicas.
“En esta situación global, nosotros trabajamos sobre cuatro ruedas, y ellos tienen una bicicleta, pero estamos en el mismo lugar. A veces a la misma velocidad. A veces compartimos el camino”, explicó Togliatti.
Al igual que CECUT, Libros, Café y Jazz organiza presentaciones en vivo.
“Por ejemplo, el próximo domingo o el próximo sábado — o sea mañana — vamos a presentar un grupo de jazz aquí, se presentan aquí 20, 30 personas'', dijo Márquez.
Si te pierdes una presentación, aún podrías encontrar a Márquez en su lugar habitual, leyendo "Los Amorosos" de Jaime Sabines, un poema que atesora. Mientras toma su café, escucha jazz y recita un verso:
Los amorosos se ponen a cantar entre labios
una canción no aprendida,
y se van llorando, llorando,
la hermosa vida.