Adriel Bibiano estaba en segundo de secundaria cuando su papá, quien trabaja en el campo, tuvo que conseguir un segundo empleo. Su mamá estaba en México y, por la pandemia de COVID-19, las autoridades habían cerrado la frontera.
“Tuvimos que aprender a cuidarnos solos en ese tiempo. Yo tuve que aprender a lavar la ropa, a cocinar. Tenía que ir por mi hermanito a la escuela”, contó. “Era demasiado para alguien de mi edad.”
El Programa de Educación para Migrantes ofrece apoyo extra en materias como matemáticas e inglés, orientación sobre la universidad y opciones de carrera, y también enseña a madres y padres cómo funciona el sistema escolar. Además, ayuda a familias como la suya a conseguir atención médica, comida, vivienda y otros servicios.
“Mis papás no tuvieron la oportunidad de aprender inglés ni de ir a la escuela”, dijo Bibiano. “Mi hermanito y yo dependimos mucho del Programa de Educación para Migrantes para aprender lo más básico y poder salir adelante en la escuela.”
Este programa federal existe desde los años 60, y el Programa de Educación para Migrantes de California es el más grande del país. Uno de cada tres estudiantes migrantes en Estados Unidos vive en California, según el Departamento de Educación del estado.
Sus madres y padres trabajan en la agricultura, la industria lechera, la pesca y la madera, y suelen mudarse en busca de trabajos de temporada. Ese movimiento constante puede interrumpir la educación y la atención médica de sus hijos, explicó Elisa Ayala, quien dirige el programa en la Oficina de Educación del Condado de San Diego.
“Sin los programas después de clases que ofrecemos, sin acceso a salud mental o a ciertos servicios médicos, lo que yo imagino son niños en la escuela que no la están pasando bien, que no están prosperando y por lo tanto, no están aprendiendo”, dijo. “Y eso me parte el corazón.”
El mes pasado, la administración de Trump anunció que estaba retrasando la entrega de fondos del Programa de Educación para Migrantes —y de varios otros programas educativos federales— mientras la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca los revisaba.
California y más de 20 estados más presentaron una demanda en respuesta.
Este viernes, el Departamento de Educación le dijo a NPR que esta semana liberaría los fondos para los estados.
La Oficina de Educación del Condado de San Diego está a la espera de más de 5 millones de dólares en fondos del programa. Actualmente atiende a unos 3,000 estudiantes en los condados de San Diego y Orange.
Ayala explicó que lograron conseguir fondos suficientes para mantener funcionando el programa hasta julio, pero no por mucho más tiempo.
“Confío en que nuestro superintendente y la mesa directiva harán todo lo posible para seguir apoyando, pero no será posible sin que se liberen esos fondos”, dijo Ayala. “Y no queremos ver a nuestras niñas y niños con hambre, cansados, agotados o sin aprender.”
Este otoño, Bibiano ingresará a la Universidad de Stanford, donde planea estudiar economía y relaciones internacionales. Dice que gracias al Programa de Educación para Migrantes logró mantenerse en el camino correcto.
“Un niño sin sus papás puede ser muy impredecible”, dijo. “Eso puede cambiar totalmente el rumbo de su vida. Por suerte, el Programa de Educación para Migrantes fue quien me guió por un muy buen camino.”